https://www.lavozdegalicia.es/noticia/mercados/2022/12/11/estados-unidos-golpea-industria-microchips-gigante-asiatico/0003_202212SM11P8991.htm
12 dic 2022
Las sanciones de Washington pueden hacer perder una década de desarrollo tecnológico a las compañías del país y afectar de lleno a las producciones industriales estratégicas
Estados Unidos y China libran un pulso por el liderazgo mundial y la guerra tecnológica se ha convertido en una importante batalla. Las restricciones impuestas por Washington a la exportación de microchips de última generación a China son un torpedo contra el desarrollo tecnológico del gigante asiático. Las sanciones apuntan a sectores claves para Pekín, como son la supercomputación, la fabricación de semiconductores y la inteligencia artificial, además de frenar el desarrollo de tecnología militar. Con los nuevos controles a la exportación aprobados en octubre, EE.UU. ha acorralado al sector tecnológico chino. Las barreras son toda una declaración de guerra: restringen la exportación a empresas chinas de microchips avanzados y de equipamiento para producirlos. Pero van más allá, ya que prohíben a los ciudadanos y entidades estadounidenses trabajar con fabricantes de chips chinos sin autorización.
Las sanciones son extraterritoriales y afectan a los productos producidos fuera de Estados Unidos que utilicen su tecnología. Algunos analistas creen que la industria de semiconductores china podría perder una década al no tener acceso a los microchips más avanzados. SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corp), la principal compañía china, desde este año es capaz de fabricar chips de 14 nanómetros (nm), pero no ha tenido éxito en reducirlos por debajo de diez, mientras que la taiwanesa TSMC o la surcoreana Samsung se están acercando a los tres. El otro gran problema para China es que va a dejar de tener acceso a la renovación de maquinaria o a piezas de recambio. Si las máquinas de SMIC se estropearan debería volver a fabricar chips de 28nm, una tecnología que las grandes marcas abandonaron en el año 2011.
Las sanciones impactarán en el desarrollo del comercio electrónico, los vehículos autónomos, la ciberseguridad e incluso en sectores como el farmacológico o el equipamiento médico. En cambio, las restricciones estadounidenses no afectan a los semiconductores menos avanzados que se utilizan en electrodomésticos o automóviles. La situación puede hacer avanzar al mundo a un desacoplamiento comercial e impulsar un telón de acero tecnológico entre China y el resto del mundo desarrollado. Pero las restricciones impuestas por Estados Unidos también tienen un coste para su propia economía y la de otros países occidentales, ya que China es el principal mercado de semiconductores. El año pasado importó microchips por valor de 29.600 millones de dólares.
La apuesta de Pekín es desarrollar la autosuficiencia tecnológica que le permita primero la independencia y, en el mejor de los escenarios futuros, controlar el mercado. El año pasado se crearon en China 592 nuevas empresas de diseño de chips, a un ritmo de once por semana.
Pero a pesar de las millonarias inversiones realizadas en I+D, el gigante asiático está todavía lejos de poder competir con Estados Unidos. Mientras la industria de semiconductores norteamericana tiene el 46 % de cuota de mercado mundial, la China solo alcanza el 7 %. En el foro Semicon China, celebrado en noviembre en Shanghái, cuatro de cada cinco ejecutivos de empresas de chips chinas vaticinaban que el 2023 sería un año de crisis. De momento, Pekín solo se ha quejado a nivel diplomático, pero no ha optado por imponer sanciones a empresas estadounidenses como represalia.
Pekín podría poner trabas en el comercio de tierras raras, necesarias para la fabricación de microchips. China no es solo un gran productor de estos materiales sino que además controla el proceso de refinado y purificación de los minerales, y con ello domina la cadena de suministros y puede alterar los precios. La industria de semiconductores está ampliamente interconectada. Por ejemplo, Corea del Sur depende de la tecnología norteamericana para fabricar chips, pero su principal mercado es China, que representa más del 43 % de sus exportaciones.
Comentarios
Publicar un comentario