Málaga acogerá una sede del IMEC, el centro de I+D que es líder mundial en semiconductores, con 450 investigadores
La sucursal de este instituto belga se ubicará en un nuevo edificio del Parque Tecnológico y situará a Andalucía en el estratégico mapa de la microelectrónica
Lunes, 29 de enero 2024
Cuando los ecos de la inauguración de Google todavía resuenan, Málaga ha vuelto este lunes a encaramarse a los titulares de prensa por haber sido elegida para albergar un importante nodo tecnológico. Y si el anterior hito fue en el campo de la ciberseguridad, este se encuadra en un ámbito no menos estratégico: el de los semiconductores. El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, levantaba la liebre a mediodía en el Congreso de los Diputados al desvelar que Málaga acogerá el centro de investigación y desarrollo (I+D) que el IMEC (siglas en inglés del Centro Interuniversitario de Microelectrónica) instalará en España. Se trata del laboratorio que lidera a nivel mundial la investigación y transferencia tecnológica en el campo de los semiconductores, fundado en 1984 en Lovaina (Bélgica).
Este centro de I+D, que será -según aseguran tanto desde el Gobierno central como desde la Junta- el primero de este tipo que el IMEC abrirá fuera de Bélgica, se ubicará en Málaga TechPark, donde se le ha reservado una parcela de 46.000 metros cuadrados (localizada en la primera fase de ampliación del Málaga TechPark , zona SUP-CA.10. Este) con idea de levantar un edificio de 32.000 metros cuadrados. Según detalla la consejera de consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España (y presidenta del parque tecnológico malagueño), Carolina España, el IMEC dará empleo en su sede de Málaga a 450 trabajadores altamente cualificados. Lo que no han querido desvelar las partes implicadas son los plazos del proyecto.
En junio del año pasado, el Gobierno ya anunció la intención del IMEC -que actualmente solo cuenta con un centro de I+D en Lovaina (Bélgica)- de traer sus nuevas instalaciones a España, pero todavía se desconocía la ubicación de las mismas. Nada se había filtrado hasta ahora del discretísimo trabajo de persuasión que llevan más de un año ejerciendo, de forma coordinada, el Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento. La Málaga tecnológica se apunta así un ejemplo más de la que es una de las claves de su éxito: la colaboración entre administraciones.
«El segundo centro [del IMEC] que se va a crear en España va a estar situado en Málaga. En las últimas semanas hemos estado trabajando muy intensamente y con muy buena colaboración con la Junta de Andalucía y con el Ayuntamiento de Málaga que la segunda planta en el mundo de IMEC se instale allí», afirmaba el ministro Escrivá. «Ya hemos cerrado el proceso de negociación con la Junta y con el Ayuntamiento y ahora cerraremos en los próximos días las condiciones finales», añadía.
«La llegada de estas instalaciones estratégicas para Andalucía es fruto de un arduo trabajo por parte de la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, y una estrecha colaboración entre administraciones (Gobierno central, Junta de Andalucía y Ayuntamiento) y entidades como el Málaga TechPark, la Universidad de Málaga y la Fundación Innova», resaltaba Carolina España.
«Málaga y toda Andalucía están de enhorabuena con esta gran noticia, fruto de un trabajo discreto que se lleva desarrollando desde hace meses», añadía España, insistiendo en que el proyecto será posible gracias al «apoyo económico de la Junta», aunque sin detallar de qué forma y en qué cuantía financiará el Gobierno regional esta iniciativa.
Tanto políticos como agentes del ecosistema tecnológico malagueño están de acuerdo en el gran impacto que va a tener la llegada del IMEC. «Su presencia en Málaga facilitará la transferencia de conocimiento y tecnología de vanguardia en el campo de los semiconductores, fomentará la colaboración con empresas y startups locales, impulsando la innovación y el emprendimiento de nuestro país e impulsará decisivamente la formación y la investigación en el campo de los semiconductores», opinaba la consejera de Economía. «No sólo impulsará el desarrollo de toda la cadena de valor de la industria de los semiconductores en España y Andalucía, sino que generará un efecto tractor y multiplicador del ecosistema de microelectrónica en España, en nuestra comunidad autónoma y en nuestra ciudad», añadía.
«Es un nuevo vector de desarrollo para Málaga; un vector a largo plazo pero que es difícilmente comparable con nada que haya pasado hasta ahora», apuntaba, por su parte, el director general de Málaga TechPark, Felipe Romera.
El IMEC es el instituto de referencia mundial de investigación y desarrollo en el campo de la nanoelectrónica y las tecnologías digitales, con sede en Bélgica. Cuenta con alrededor de 5.500 investigadores de 95 países y en torno a 600 socios industriales, entre los que se encuentran las grandes empresas internacionales del sector.
El IMEC realiza actividades avanzadas de I+D en el campo de los semiconductores, que también incluyen escalamiento de sistemas, fotónica de silicio e inteligencia artificial, más allá de las comunicaciones 5G y las tecnologías de detección. En 2022, sus ingresos ascendieron a 846 millones de euros. El Ministerio espera que la llegada del IMEC, referente mundial en I+D para el desarrollo de semiconductores, contribuya a potenciar la llegada de inversiones de empresas internacionales a España y a generar empleos de alta cualificación.
Una estrategia de ciudad
La consecución de este centro de I+D representa el primer triunfo de Málaga dentro de su ambición por convertirse en un nodo importante de la industria de los microchips, dentro de la estrategia nacional por potenciar esta estratégica actividad, plasmada en el multimillonario Proyecto Estratégico de Microelectrónica y Semiconductores, más conocido como PERTE Chip (dotado con 12.250 millones de euros del Plan de Recuperación y Resiliencia hasta 2027).
Málaga cuenta con dos activos que juegan a su favor a la hora de atraer iniciativas como la que hoy se ha anunciado: la Universidad -que cuenta con potentes grupos de investigación centrados en microelectrónica y fotónica- y la Fundación Innova IRV, que está aglutinando y liderando los esfuerzos de Málaga por convertirse en un nodo importante de la industria de los microchips.
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